José Antonio de Rojas y Untuguren

José Antonio de Rojas y Untuguren 1732-1816
Nació en Santiago en 1732, hijo de Andrés de Rojas y María Mercedes Untuguren Calderón, en una poderosa y acaudalada familia, hacendado y Mayorazgo de Rojas. Casado con  María de las Mercedes Salas Corbalán, cuñado de don Manuel de Salas. Su única hija, Mercedes Rojas Salas, se casó con Manuel Manso de Velasco y Santa Cruz.

Fue capitán de caballería y corregidor de Lampa, Perú. Viajó a Europa, desde donde regresó (1775) cargado de libros de autores ilustrados franceses, entre ellos La Enciclopedia, que contribuyeron a su acercamiento hacia las ideas liberales.

En 1781 participó en la “conspiración de los Tres Antonios”. En ella, además de Rojas, estaban implicados los ciudadanos franceses Antonio Berney y Antonio Gramusset. Se procedió a la detención de los dos franceses. Rojas no fue apresado debido a los amplios e importantes vínculos de su familia. Miembro de la Directiva (Consejero) de la Orden tercera de San Agustín (1808-9).

En 1810, Don Antonio fue detenido junto a Juan Antonio Ovalle y Bernardo de Vera, por orden del Gobernador García Carrasco, debido a la denuncia sobre una conjura independentista que los tres estarían planificando. A pesar de la resistencia del Cabildo, los acusados fueron remitidos a Valparaíso. De Rojas y Ovalle fueron enviados al Perú, desde donde retornaron tras demostrar su inocencia.

El 19 noviembre de 1810 la Junta de Gobierno lo puso a cargo de una fábrica de armas, que no pudo funcionar.  El 11 octubre 1811, fue elegido Regidor del Cabildo de Santiago, cargo al que renunció el 21 del mismo mes por su avanzada edad. Nombrado regidor propietario del Cabildo de Santiago en 1813. Vocal de la Junta de Imprenta el 1º julio 1813.

Fue encausado por “causa seguida por el señor Carrasco, juntas nocturnas en casa del canónigo Fretes y en la suya”. Por participar en el movimiento independentista, fue relegado al presidio de Juan Fernández en 1814, ahí firmó el acta de fundación de la Hermandad de Dolores. A causa de su delicado estado de salud y 72 años, se le trasladó a Valparaíso en 1815, donde falleció a los pocos días.

Su yerno, Manuel Manso de Velasco, obtuvo que se le sacara de Juan Fernández en octubre de 1815 y “se le trasladara a Valparaíso dejándolo vivir en una casa particular. Apenas se hubo recibido, Marcó del Pont, mandó que Rojas fuera trasladado como preso a uno de los castillos de Valparaíso. Como el gobernador de esta plaza, don José Villegas, le representara que Rojas se hallaba enfermo de la mayor gravedad, Marcó dispuso por decreto de 16 de enero de 1816 que se le dejara en la casa, poniéndole, sin embargo, una guardia, y estando a la mira de cualquier modificación en la salud del enfermo para hacer cumplir la primera orden. Rojas falleció en Valparaíso en esos mismos días, sin haber tenido la satisfacción de ver recuperada la libertad de su patria, que había sido el sueño de toda su vida”. (Barros Arana).


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